Ama cuando es más fácil odiar
El cumpleaños de mi hermano Zach sería el 20 de febrero. Este año habría cumplido 42 años.
Recuerdo que hace dos años y medio estaba preparando el homenaje, pensando: “¿Qué
querría Zach que dijera?” “¿Qué querría Zach que este grupo de personas escuchara y supiera
sobre él y su vida?”
Me senté con mi computadora en mi regazo, repasando las miles de cosas que podría decir
sobre él. Podría hablar de sus bromas y su humor, su corazón compasivo por las personas, su
deseo de triunfar y enorgullecer a nuestros padres.
Pero cuando se trataba de poner palabras en la página, solo había una cosa que sabía que
Zach querría que la gente supiese. Y esa única cosa era Jesús. Esa única cosa es Jesús.
Zach pasó por muchos altibajos en su vida, como todos nosotros. Y como todos nosotros, hubo
temporadas en las que estuvo más cerca de Dios y temporadas en las que siguió su propio
camino. Cuando todo estuvo dicho y hecho, en los últimos días de su vida, fue de Jesús de
quien habló.
Dije en el homenaje y lo diré de nuevo, hay una pregunta en la vida, que es más importante
que todas, cuando estás parado en el umbral entre la vida y la muerte, ahí la única pregunta
que importa es: “¿Qué hiciste con Jesús?”
¿Qué has hecho con Jesús? ¿Le has dado la bienvenida a tu vida? ¿Te has destronado a ti
mismo y permitido que Jesús tome el lugar que le corresponde como Señor de tu vida? ¿Has
llegado a comprender que no hay verdadera paz, gozo, esperanza y vida sin Él?
Eso es lo que Zach querría que supieras. Él quería que supieras que no hay verdadera paz,
gozo, esperanza y vida sin Jesús. Pero ese viaje de la vida, este viaje de fe en Jesús, no es
una elección fácil de hacer y definitivamente no significa que la vida será sin dificultades.
“La vida de fe no es para los débiles de corazón, porque la vida de fe requiere que
amemos cuando es más fácil odiar”. (extracto del homenaje)
La vida de fe requiere que amemos cuando es más fácil odiar. Amar en lugar de odiar. Elegir
amar a alguien justo tal cual es, en lugar de odiarlo por las decisiones que ha tomado.
¿Sabías que el amor es una elección? Hallmark Channel nos convence de que se trata de
emociones. El amor no se basa en la emoción. El amor se basa en una persona que toma una
decisión intencional y diaria. La gente no se desenamora. Eligen dejar de amar.
Las emociones van y vienen, como las olas en la orilla del mar. Lo que significa que no
podemos vivir en base a las emociones. No pueden ser las señales que guíen nuestras
acciones . Las emociones son la forma en que Dios nos permite sentir, experimentar el amor,
pero no son la base sobre la cual amamos.
El amor es una elección.
¿Estás dispuesto a amar a una persona que tiene una afiliación política diferente?, ¿Estás
dispuesto a amar a una persona que tiene un estilo de vida diferente?, ¿Estás dispuesto a
elegir amar a la persona que no es amable, considerada o cariñosa contigo?
Elegir amar a alguien, no es lo mismo que estar de acuerdo con él. Podemos amar a alguien y
aun así tener creencias, valores, normas morales y otros principios o culturas, drásticamente
diferentes. Si el amor se basara en las emociones, no podríamos amar a las personas que son
diferentes a nosotros.
De la misma manera que el amor es una elección, el odio es una elección.
Si odio a alguien que me está causando dolores de cabeza y angustias, tomé una decisión. Por
supuesto, aquí es donde el amor como elección se vuelve difícil. Porque hay días en los que
parece más fácil endurecer el corazón, días más livianos en los cuales sientas más fácil que no
te importe y días en los que elegir el amor se siente más allá de nuestra capacidad.
Amar bien a los demás, ya sean desagradables, difíciles de llevar o personas encantadoras
que simplemente tienen hábitos que molestan y causan tensión, requiere un acto de Dios en
nuestras vidas.
Nuestra elección es rendirnos a Dios permitiéndole obrar en nosotros y a través de nosotros.
A medida que nos acercamos a Dios y experimentamos su elección de amarnos, podemos
alucinar pensando en ello, porque en verdad es alucinante que el Dios de toda la creación,
envíe a su hijo Jesús para salvarnos, este es el mayor acto de amor que el mundo jamás
conocerá. Podemos pasar la eternidad con él: totalmente perdonados, totalmente redimidos,
totalmente renovados.
La vida de fe requiere amor, sobre el odio. Aún siendo molestado, pasado por alto, ignorado,
retenido o menospreciado, cualquiera que sea la razón que tengas para aferrarte al odio por
alguien, déjalo ir. Entrégaselo a Dios.
No permitas que el odio y la ira echen raíces en tu corazón.
1 Corintios 13:4 dice: “El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es
jactancioso, no se envanece (el amor es paciente, el amor es bondadoso)”. (CBS)
El amor es una elección que nos lleva a la paciencia. El amor es una elección que nos lleva
hacia la bondad.
En el calor del momento, cuando podemos sentir odio, existe la opción de amar, tienes la
opción de extender la bondad, tienes la opción de ser paciente, pero comienza con la elección
de amar. Comienza con tomar una decisión difícil.
1 Corintios 13:6 dice: “no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad.”. (RV 1960)
Regocíjate en la verdad. Eso significa que elegir el amor significa elegir la honestidad. El amor
celebra la transparencia. Amar es ser paciente y amable, pero no significa que no haya lugar
para la honestidad. De hecho, el versículo, lo que nos quiere decir es, que el amor tiene a la
verdad en alta estima.
Este mes, cada semana en los videos, podcasts y blogs de Cup of Hope, caminaremos juntos a
través del tema del amor. Mi esperanza y oración por nosotros es que salgamos de este mes
más asombrados por el amor que Jesús tiene por nosotros, y más dispuestos a tomar la
decisión activa de amar bien a los demás, a través de la fuerza de Jesús en nosotros.
Zacarías 4:6 “…No con fuerza, sino con mi Espíritu, dice el Señor de los Ejércitos”.
El versículo nos recuerda que es a través de Dios que obra en nosotros, podemos hacer todas
las cosas, es a través de Su espíritu en nosotros, que podemos amar, mostrar paciencia,
bondad y regocijarnos en la verdad.
Dios Padre,
Gracias por amarnos. Gracias por demostrarnos lo que es el amor. Gracias por extender tu
gracia a cada uno, para elegirnos y llamarnos tuyos. Te agradezco que tu amor por nosotros no
se base en la emoción, o incluso si te elegimos o no. Elegiste amarnos. Y eliges amarnos todos
los días. Dios, enséñanos a amar como tú lo haces. Ayúdanos a amar a los demás no por
cómo nos sentimos, sino por el poder de tu espíritu en nosotros. Te lo pido en nombre de Jesús
Amén y amén.
Para obtener más recursos, descargue la aplicación RS4L.
Transcrito por Carola Perez-Véra
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